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Autores, versiones, ediciones... de “Caballero andante (¡No me dejéis así!)”
Autor(es) de la letra - ????
Autor(es) de la música - ????
La letra de la canción “Caballero errante” contiene ligeras adaptaciones de extractos de diferentes obras literarias.
En la primera estrofa de la letra, hay una adaptación de unos versos extraídos del libro Las soledades del muro de Marcos Ana, seudónimo del poeta Fernando Macarro Castillo (1920-2016). Justo a continuación, la segunda estrofa corresponde a unos versos ligeramente adaptados del poema de Antonio Machado “Arte poética”. Por último, al final de la canción se escuchan unos versos recitados que han sido extraídos y adaptados del poema de Manolillo Chinato “Una sola puerta”. Durante la recitación de estos últimos versos, se escucha de fondo varias veces la frase “Ni tú, ni yo, ni perro que nos ladre, ni el calor del sol.”
Además, en la letra también existe una mención a don Quijote, protagonista de la novela Don Quijote de la Mancha escrita por Miguel de Cervantes, y una referencia al inicio de dicha obra (“rocín flaco y galgo corredor”).
Discos en los que aparece “Caballero andante (¡No me dejéis así!)”
“Rock transgresivo” (CD)
Grupo(s): Extremoduro
Discográfica(s): DRO -
Referencia: ????
Fecha de publicación: 1994
Letra de “Caballero andante (¡No me dejéis así!)”
¿Acaso no has visto el cartel?
“Prohibida la entrada de ranas”.
Y el cerebro se me empieza a deshacer,
pero yo no estoy loca, que yo no estoy loca,
que yo no estoy loca,
que yo no estoy loca,
que yo no estoy loca,
que yo no estoy loca.
Y ahora, ¿a qué vamos a jugar?
Sueño de aroma, y luego... nada;
andrajos, rencor, filosofía.
Roto en tu espejo tu mejor idilio
y, ya de espaldas a la vida,
es tu oración de la mañana:
¡Oh, para ser ahorcado, hermoso día!
Salgo de cero,
lo primero, el frío y el calor;
luego, me dejo llevar.
Salgo de cero,
a ver si entiendo la vida mejor;
luego, me estudio cada sensación.
Salgo de cero,
lo primero, aprender a volar;
luego, me dejo caer.
Salgo de cero
y voy dejando todo tan atrás
que hoy no me vale la ropa de ayer.
Cuando no hay nada que hacer,
yo puedo ser
con rocín flaco y galgo corredor.
Cuando no hay nada que hacer,
vuelvo a empezar,
soy don Quijote y el molino,
¿dónde está?
Dejo de ser,
con rocín flaco y galgo corredor.
Cuando no hay nada que hacer,
puedo elegir, paso de todo,
¡quieto, jabalí!
(Ni tú, ni yo, ni perro que nos ladre,)
Hoy morirán hojas y animales,
(ni el calor del sol.)
mas no morirán para siempre y,
en su transformación de mañana,
(Ni tú, ni yo, ni perro que nos ladre,)
darán con más calor
(ni el calor del sol.)
a la tierra, de su muerte,
pasado mañana, brotes de esperanza.
(Ni tú, ni yo, ni perro que nos ladre,)
Y yo no he muerto.
(ni el calor del sol.)
Si tengo frío, me caliento;
si tengo miedo, que no lo tengo,
(Ni tú, ni yo, ni perro que nos ladre,)
susurro y pienso.
(ni el calor del sol.)
Y para mañana,
ya me he comido mi pequeña ración de esperanza.
(Ni tú, ni yo, ni perro que nos ladre,
ni el calor del sol.
Ni tú, ni yo, ni perro que nos ladre,
ni el calor del sol.)
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